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Corregir el balance de blancos: en sólo 3 pasos

Este artículo es para quien desee saber más sobre cómo entendemos y corregimos el balance de blancos en nuestra fotografía profesional. Por cierto, si alguna vez te has preguntado porqué tu fondo fotográfico de mármol se ve azul en la foto, quizás tenga que ver con un simple ajuste de balance de blancos.

El tema del balance de blancos es relativo al color. El color es de los aspectos más importantes a la hora de crear. El color es una vía tremenda de comunicación y se percibe en el mundo animal de muchísimas maneras distintas. Incluso dentro de nuestra especie, existen muchas variaciones en la forma en la que percibimos el color.

El color nos da información sobre las cosas e impacta nuestras emociones. Desde que somos pequeños percibimos el color y vamos generando una serie de condicionamientos más o menos sutiles sobre él. En nuestra vida de adultos esos condicionamientos y nociones sobre el color llegan a estar tan arraigadas en nosotros que nos apegamos a ellas.

En la fotografía gastronómica el color es esencial ya que nuestra relación con la comida también es muy emocional y los colores juegan un papel en todos los aspectos de la comida. Son importantes cuando elegimos qué ingredientes vamos a comprar en el mercado. También cuando estamos preparándolos y cocinándolos. Y por supuesto, cuando están en la mesa en forma de alimentos deliciosos.

De manera muy resumida, tener un balance de blancos correcto significa que los colores en tu imagen sean fieles a la realidad. Esta frase es muy poco científica ya que podríamos estar debatiendo qué es la realidad en primer lugar. Por lo tanto, diremos que este artículo no va a tratar de explicar el balance de blancos de una forma técnica o científica.

Hacer un buen balance de blancos es esencial para la fotografía gastronómica porque hará que los colores de los alimentos que estamos mostrando se vean más reales, y por lo tanto las texturas de nuestros fondos fotográficos también se verán más reales. Entender cómo funciona el balance de blancos en la fotografía gastronómica es muy sencillo y arreglarlo también. Es algo que se tiene que hacer en todas las fotografías así que debería ser una práctica tan común para tu proceso de trabajo como ponerle sal a la comida.

Por lo tanto, el objetivo de este artículo es mostraros cómo corregimos nosotros el balance de blancos de una manera profesional y sencilla.

Estos consejos y reflexiones están basados en nuestros años de experiencia como fotógrafos profesionales. Es un compendio de lo aprendido de otros fotógrafos y de nuestros procesos de experimentación. Creemos que puede ser interesante compartirla pero de ninguna manera queremos establecer ningún tipo de competición sobre el tema.

1. ¿QUÉ ES EL BALANCE DE BLANCOS?

El balance de blancos es la interpretación que hace tu cámara de la luz. El buen balance de blancos es el que consigue hacer un balance entre la luz y los colores que queremos conseguir para que estos aparezcan más reales. Podríamos decir que los colores de tu imagen sean fieles a los colores que poseen los objetos bajo una luz blanca.

Balance de blancos es balance de color

El balance de blancos es un botón en tu cámara que sirve para equilibrar el color. Para nosotros, el objetivo es conseguir colores realistas, incluso si luego queremos editar nuestras fotografías de una u otra. Nosotros siempre tratamos de conseguir un buen balance de color en nuestra cámara.

Para nosotros, siempre hay que intentar conseguir la foto que queremos en cámara. Somos fieles defensores de esta idea y es algo que recomendamos para entender de verdad los procesos que ocurren durante una sesión de fotos.

Un ejemplo de una situación que necesite una corrección de balance de blancos puede ser un plato blanco iluminado por la última luz del atardecer, ya que puede aparecer más azul de lo que es. Para contrarrestar esto, los ajustes de balance de blancos de la cámara pueden hacer desaparecer el tono azul de la imagen. De manera alternativa, también se podría corregir más tarde en el software de edición pero de nuevo, siempre recomendamos intentar acercarnos el máximo posible a la imagen final que queremos obtener. La manera de pensar sobre esto es que estamos cambiando la luz de la escena para transformarla de una luz azul a una luz blanca, en vez de pensar que estamos cambiando el color del plato. El plato siempre ha sido blanco, lo que cambia es la luz.

Balance de blancos y la temperatura de color

Estas variaciones en la luz se denominan temperatura de color o tinte de color. Si hablamos de la temperatura de la luz esta puede ser azul (fría) o amarilla (cálida).

Si hablamos de tinte de la luz, este puede ser verde (fría) o magenta (cálida).

Confusión común: una fotografía no tiene porque tener una temperatura de color azulada para ser una fotografía fría. Por ejemplo, si tenemos una fotografía de una escena con colores negros, grises y violetas, y un balance de blancos correcto, tendremos igualmente una fotografía fría. Pero no podremos decir que la temperatura de color de la foto es fría.

Balance de blancos y las emociones

Hablamos de si una foto es fría o cálida porque esto es algo esencial a la hora de identificar las emociones que queremos transmitir con nuestra imagen y en esto tenemos cierta licencia creativa para explorar la que mejor se ajuste a la escena que estamos fotografiando.

Por ejemplo, a modo de anécdota os vamos a contar que entre nosotros también existen diferencias con respecto al nivel de balance de blancos que nos gusta en nuestras fotos. Las fotografías de Sara suelen tener una temperatura de color que tiende ligeramente hacia el amarillo, mientras que Manuel suele preferir sus fotografías ligeramente más azules.

Por eso, es importante saber dónde está el punto de balance y conseguir una luz lo más neutra posible.

Balance de blancos en fotografía gastronómica

En la fotografía gastronómica, es especialmente importante el conseguir un buen balance de blancos. Como comentamos al comienzo de este artículo es esencial conseguir que los colores de nuestra comida transmitan las emociones que tienen que transmitir.

Balance de blancos en fondos fotográficos

Para nosotros un buen balance de blancos es muy importante ya que gracias a esto conseguiremos que nuestros fondos fotográficos se vean aún mas realistas. Las texturas de nuestros fondos fotográficos como nuestros fondos de mármol o nuestros fondos de madera, son texturas realistas.

Es muy frustrante ver cómo un fondo de mármol blanco se vuelve azul. O cómo un fondo de madera negra se vuelve amarillento. Así que es importante saber cómo corregir esto y que el mármol se vea blanco.

La temperatura de color vs dominancia de color

La dominancia de color es cuando hay una temperatura o tinte que es muy dominante en la imagen. Por ejemplo, en la fotografía del atardecer que hemos comentado antes como ejemplo, podríamos decir que tiene una temperatura de color cálida o baja, o bien que tiene dominancia cálida o dominancia de amarillos.

Saber cómo funciona para no usarlo en ciertas situaciones

Hay situaciones es las que no es ideal tener una luz blanca. A veces sí que nos puede venir de maravilla tener una luz muy amarilla. Por ejemplo, la luz de un atardecer mientras tu grupo de amigos se toma una cerveza en la playa. El momento respira calidez por todos lados y una luz blanca no le va a hacer justicia a la situación. Es el momento para dejar la temperatura de color bien amarilla y que la escena emocione por su calidez y ayude a contar la historia que estamos narrando.

2. CÓMO CORREGIR EL BALANCE DE BLANCOS EN TRES PASOS

1. Entender que tipo de luz hay en la escena

Lo primero que hacemos es mirar si la luz que estamos fotografiando tiene una dominancia grande y hacia qué tono tiene esa dominancia. Una dominancia grande puede hacer que tu imagen sea muy difícil de salvar en edición. Si la dominancia no es muy grande podemos estar más tranquilos pero aún así nosotros siempre ajustamos el balance de blancos en la cámara.

Pero antes de ir como locos a ver que tal se ve nuestra imagen lo ideal es pensar y observar. Por ejemplo, si tenemos un edificio enorme al lado de ladrillo y estamos sacando fotos en nuestra ventana con luz natural, es muy probable que la fuente de luz sea tirando a magenta.

Es importante mirar nuestra escena y analizarla sin la cámara. Si hacemos este ejercicio, llegará el día en que sabremos qué ajuste tenemos que poner en la cámara antes de tocar ningún botón.

2. Corregir el WB en la cámara

Nosotros hacemos nuestro primer ajuste en la cámara a ojo. Claro que esto es un conocimiento que se adquiere con el tiempo. Por eso es importante comenzar a testear los diferentes ajustes de balance de blancos lo antes posible y repetir el ejercicio en diferentes situaciones de luz. Tanto natural como flash.

Siempre que puedas dispara en RAW

El siguiente punto importante para nosotros es asegurarnos que estamos disparando en RAW. El margen de edición en RAW es mayor ya que tu fotografía tiene más información. Con más razón aconsejamos conseguir un balance de blancos correcto si necesitas disparar en jpeg ya que luego tendrás menos maniobra de edición.

Trata de ser consistente con la luz

Si estás haciendo una sesión para un cliente y necesitas entregar 200 fotos con una edición de color consistente, se puede economizar mucho tiempo si no tienes cada foto con una temperatura de color diferente.

Usar una tarjeta gris o blanca para ganar precisión

La tarjeta puede ayudarte a conseguir un balance de blancos de una manera rápida y muy precisa. Hay dos formas de hacer esto. Fotografiar la tarjeta blanca y configurar la cámara para que ajuste el balance de blancos tomando esa tarjeta como referencia. O bien, fotografiar la tarjeta gris y ajustar el balance de blancos con el cuenta gotas en el software de edición apuntando a la tarjeta.

Normalmente, nosotros hacemos el ajuste de blancos a ojo.

No usar en determinadas situaciones

Como hemos comentado anteriormente a veces el mejor balance de blancos es no hacer un balance de blancos. Con lo cual la intención cambiará de tratar de conseguir el color real del objeto a conseguir el color de la fuente de luz.

3. Corregir el WB en edición

En nuestro caso, usamos Lightroom como software de edición pero nuestro sistema es bastante estándar.

Primero introducimos la imagen en Lightroom y aplicamos un filtro. A veces creamos un filtro específicamente para la sesión y otras veces usamos nuestra biblioteca de filtros.

Lo siguiente que hacemos siempre es corregir el balance de blancos. Es el primer paso manual en nuestra edición de color.

Copiaremos y pegaremos los ajustes en toda la serie que tenga la misma fuente de luz y la misma exposición. En fotografía gastronómica puede que en toda una sesión ajustemos el balance de blancos y la exposición para 3 ó 4 escenas diferentes. Proporcionalmente, esto significaría cambiar estos ajustes generales cada 50 fotos para nuestra entrega de 200 fotos.

Por último, puede que la fotografía necesite de algún ajuste de color o de exposición manual. Crearemos otro artículo en el que cubriremos cómo hacemos estos ajustes manuales.

EXPERIMENTAR

Al aplicar cualquier técnica fotográfica es interesante mirar artículos y opiniones de referencia. Esto será una guía para arrancar los motores y evitar los bloqueos iniciales de empezar una nueva técnica. Sin embargo, nosotros siempre dejamos un espacio para la experimentación.

La forma en la que desarrollamos nuestra experimentación es ordenada ya que hemos descubierto que es la mejor manera de conseguir buenos resultados.

CONCLUSIÓN

El balance de blancos es algo súper importante en nuestro proceso de trabajo y pensamos que es la base sobre la que empezar a tener conocimientos y control sobre el color en tu imagen.

Como pertenece al ámbito del color, el balance de blancos es subjetivo y por lo tanto por lo general habrá diferentes aproaches dependiendo del fotógrafo. Para nosotros, el balance de blancos debe ser correcto siempre, a excepciones muy puntuales como un atardecer

El balance de blancos en la fotografía gastronómica es aún más esencial ya que el color en la comida es un gran transmisor de emociones y queremos que el color de nuestra comida sea fiel a la realidad.

El balance de blancos se puede corregir en cámara o en software de edición. Nosotros recomendamos corregirlo en la cámara y reajustarlo un poco en el software de edición.

Para experimentar con el balance de blancos lo mejor es tener unas buenas referencias y seguir objetivos concretos.